¿Tiene sentido hablar de la mejor canción de 2011 en marzo? No mucho, pero no puedo dejar de rendir este modesto homenaje a uno de mis grupos preferidos.
Había perdió la emoción con “Low”. Sus últimos discos ya no me maravillaban como antes, y la escucha de su último trabajo “C`mon” iba confirmando mis ideas, ya no eran como antes, hasta que en el corte 9º volvió la magia. “Nothing but heart”, ahí estaba mi mejor canción de 2011.
P.D. Zak Sally, el antiguo bajista del grupo es un apreciable dibujante de cómics. Tremendo.
A veces basta sólo una canción para alegrarte el día:
*Nota: he puesto la versión con subtítulos para disfrutar la letra, pero en la versión original la canción acababa así:
"...creo que lo voy a llamar... ¡Bill o George! ¡Cualquier cosa menos Sue! ¡Aún odio ese nombre!"
En esta actuación acaba diciendo: lo voy a llamar como tú.
A partir de hoy empiezo un nuevo blog en el que colgaré artículos de mayor extensión sobre cómics y libros, principalmente. Y las reseñas de menor extensión las colgaré aquí.
Nos leemos en Albertito.
Impresionado después de ver “La Red Social” de David Fincher, no puedo dejar de pensar sobre la película, mi mente girando incansablemente alrededor de varios temas:
1. Su primera mitad (hasta que Sean Parker/Justin Timberlake le aconseja a Zuckerberg que quite el artículo a “TheFacebook”) es sencillamente magistral. Aaron Sorkin vuelve a conseguir, ya lo hizo en “El Ala Oeste de la Casa Blanca”, que una serie de simples diálogos puestos uno tras otro nos parezcan tan interesantes como un thriller al uso.La dirección de Fincher y el montaje también son excepcionales.
2. Con la primera escena y los títulos de crédito ya sabemos cómo es el personaje de Mark Zuckerberg y comprendemos sus motivaciones. Todo lo que pasa después no es más que una confirmación de lo que intuimos en el principio de la película.
3. Todo el mundo y digo bien, todo, ama al personaje de Eduardo, el único amigo de Mark. Por otro lado, debe ser muy duro ser Zuckerberg y verte reflejado de forma tan demoledora en la pantalla y más cuando es muy difícil combatir la sensación de que lo que nos cuentan es la verdad tal cual ocurrió.
4. La película goza de deslumbrantes actuaciones por parte de todo el reparto, en especial la composición que hace Jesse Eisenberg del creador de Facebook y sobre todo la de su novia, interpretado por Rooney Mara. Con sólo un par de escenas y salvando las distancias me recordó al impacto de Natalie Portman en “Beatiful Girls”.
5. La demoledora ironía de la película. Un inadaptado social configurando la vida social del siglo XXI. Para muestra un botón, recientemente he estado en Londres y comiendo en la Tate Modern, se sentaron al lado dos japoneses que inmediatamente abrieron sus portátiles, luego Facebook y se pusieron a escribir y cliquear sin dirigirse la palabra en media hora.
6. Creo que en el final debería haberse usado la misma canción de la apertura “Hand covers bruise” de Trent Reznor y Atticus Ross que destila unas sensaciones mucho más cercanas al tono de la película que la canción elegida, “Baby you`re a rich man” de los Beatles (que no está mal) y además permitiría cerrar el círculo con el principio y considerar más claramente la historia como un todo perfectamente coherente.
Con un cierto regusto lisérgico, me incorporo lentamente desde la cama completamente despeinado...
Acabo de despertarme con una terrible resaca mañanera y me detengo unos minutos mirando el gotéle de la pared.La escena es íntegramente filmada a través de uno de los caleidoscopios que colecciona un amigo, todo en HD.
Huele bien.Pero no es pan tostado ni café recién hecho…toda la casa esta llena de gominolas plátano, inundado el olfato de olor a algodón azucarado… poco a poco se va alejando el amargor en el paladar de aquel sorbo de bíter kas de la noche anterior…
...otros amigos conocidos mucho mas psicodélicos.
Hoy la receta secreta de las canciones de Snowglobe esta descansando sobre la vitrocerámica sucia, un juego infantil de voces y melodías que se agarran sin darle demasiadas vueltas a la cabeza...poco a poco parece q la cosa funciona, para cuando nos hemos dado cuenta ya han trenzando un disco con canciones que según el momento desprenden de una belleza entendida de una forma natural, casi sin esforzarse…como por inercia…
O como fui empujado por una canción, y primero vino el desencanto, mas tarde el error y finalmente el horror.
Estimado Sr.Stevens,
Disculpe usted, es normal enamorarse de un monumento a la belleza, de una canción que pase lo que pase nunca me cansare de escuchar y luego usted me abandone de esta manera? …perdone, pero aun sigo escuchándola día y noche y tarareo su hermosa melodía cientos de veces mientras camino por la ciudad…
Durante el pasado mes de Mayo luche con uñas y dientes por conseguir dos entradas para su concierto, participe en diversos sorteos y sufrí madrugones, hasta que finalmente logre aquellos preciados tickets.
Llegado el día mi alegría se convirtió en tristeza para acabar provocando mis peores alergias…aparecieron los colores fluor, las incomprensibles danzas tribales, los ritmos electrónicos con calzador, y entonces, de repente se desperezaron el sonrojo y el bostezo, apareció el show, y el circo por el circo…ostentosa representación de un disco The Age of Adz que ojo, no me parece malo, pero que llevado al directo de esa forma puede provocar algún momento de vergüenza ajena
Y de repente dejamos de hablar de música. Ya he leído cientos de críticas que apuntan al concierto del año, seré yo? Que esta pasando Sufjan?
Pero lo suyo no era cantar y escribir grandes canciones?
Le doy las gracias porque aquel día olvido interpretar John Wayne Gacy Jr en el precioso Auditori.
Quiero seguir creyendo que todolo hizo a propósito, y que olvido incluirla en aquel setlist de manera completamente deliberada...
Después de que le hayan dado el Premio Príncipe de Asturias de las Letras, he vuelto a escuchar intensamente a Leonard Cohen, al que descubrí junto con mi hermano viendo una película musical un viernes por la noche en la 2, hace ya más de 20 años.
Avalanche
Well I stepped into an avalanche, It covered up my soul; When I am not this hunchback that you see, I sleep beneath the golden hill. You who wish to conquer pain, You must learn, learn to serve me well.
You strike my side by accident As you go down for your gold. The cripple here that you clothe and feed Is neither starved nor cold; He does not ask for your company, Not at the centre, the centre of the world.
When I am on a pedestal, You did not raise me there. Your laws do not compel me To kneel grotesque and bare. I myself am the pedestal For this ugly hump at which you stare.
You who wish to conquer pain, You must learn what makes me kind; The crumbs of love that you offer me, They’re the crumbs I’ve left behind. Your pain is no credential here, It’s just the shadow, shadow of my wound.
I have begun to long for you, I who have no greed; I have begun to ask for you, I who have no need. You say you’ve gone away from me, But I can feel you when you breathe.
Do not dress in those rags for me, I know you are not poor; You don’t love me quite so fiercely now When you know that you are not sure, It is your turn, beloved, It is your flesh that I wear.