lunes, 2 de noviembre de 2009

Buscando en los polos... Seagull: Goodbye Weather




Este verano se está haciendo eterno... el tiempo no termina de ajustarse consigo mismo, el calor no termina de abandonarnos y resulta muy extraño ver el tono que poco a poco van tomando los árboles bajo un sol de 25 grados. En fin, que uno hecha de menos uno otoño como dios manda. Todo esto viene a cuento porque como disco inaugural de esta ártica sección, tenía preparado un disco muy ajustado al otoño. Disco de tonos otoñales de esos que se les supone ideales para escuchar cuando el estado de ánimo y el tiempo meteorológico adquieren tintes parecidos.

Llegué a este disco como recomendación mensual de cierta página web de esas que al final te sirven para darle una escucha a prácticamente todo lo que sale por el mundo. Y la sorpresa fue mayúscula. Desde la primera escucha te das cuenta de que el disco tiene algo, y según vas dándole más oportunidades se te va incrustando dentro, hasta que forma parte de tí.

Seagull es una banda australiana de Melbourne que editan en el pequeño sello twobrightlakes. Supongo que ese será uno de los motivos de su nula repercusión. Pocos grupos australianos o neozelandeses han triunfando fuera de su continente, y a los que lo han hecho les ha costado Dios y ayuda. Tampoco existe demasiada información distribuida por la red, un poco en la web del sello, un poco en su myspace y un poco por algún blog que les ha dedicado alguna pequeña reseña. Han publicado un E.P. previo en 2007 y Goodbye Weather, en 2008.

El disco en sí, es una pequeña joya dónde se mezclan principalmente folk y rock, pero siempre manteniendo un tono arrastrado, confesional, íntimo, con alguna que otra pequeña explosión de ritmo y melódia, a la vez que sobrevuela sobre todo el disco un cierto tono arrabalero y nostalgico, debido sobre todo a la inclusión dentro de los instrumentos de la melódica. Personalmente siempre me ha parecido un instrumento de juguete, pero es increíble el tono y ambiente que puede aportar bien utilizado. La voz de su cantante Chris Bolton, es una voz cálida, cercana y con un punto de tristeza serena que se complementa perfectamente con la música. Las primeras comparaciones que me vienen a la cabeza, y quizás las únicas son sobre todo con The Microphones y resto de proyectos de Phil Elvrum, tanto en tono músical, como quizás en objetivos y logros, luego pueden tener detalles de grupos como Eary Day Minners, Lambchop, , y cualquier grupo de folk, o rock con un mínimo de sensibilidad.

El incicio del disco, con Dust Storm ya deja a las claras dónde nos estamos metiendo, una bella canción que va creciendo dentro de sí según la vas oyendo. A continuación Not There Yet es en mi opinión la forma de comprobar como el el ruido del mar, su ritmo, puede ir lentamente adueñándose de una canción hasta dominarla por completo. El disco sigue cadencioso con grandes canciones hasta llegar a Joy, dónde se vislumbra un breve punto de rabia para a continuación en Baby alcanzar el punto más melódico y quizás desesperado del disco. Otra seria de elegantes canciones van conduciendo hacia el final del disco, la preciosa letanía guiada por leves acordes en un piano que es Spear , y el mejor final posible, Crow, la canción más larga del disco, bella y evocadora, dónde según la vas escuchando parece que no cambia nada, y quizás cambia todo.




Para terminar, solo me queda por última vez, recomendar este disco para todo el mundo que tenga una cierta querencia por discos de marcado tono triste, lúgubre, o como queráis llamarlo y que tanto sirven para iluminar los días de otoño..., o del resto del año.




P.D. Investigando para la elaboración de este post, descubro que el segundo álbum ya está en camino para la nueva década que se nos viene encima..., felicidad contenida.

También descubre en youtube un concierto en un festival australiano a nuestra disposición.