lunes, 22 de marzo de 2010

Lo que el viento ártico no debería llevarse al olvido de la pasada década según Foca Monje - Epílogo

Termino aquí mi recorrido por las joyas escondidas e ignoradas de la década anterior que nos ha deparado la música nacional. Incluso aquí he encontrado algo dónde escarbar, pensando yo que en una lista de 50 discos como las publicadas por ahí no podría faltar ninguno, total, tampoco se publican tantos discos buenos en España, o quizás sí (bueno, en realidad no)

DE AQUÍ


12Twelve - Tears, complaints and spaces (2001)
En mi opinión sin ninguna duda, el mejor disco de post-rock, versión guitarras, hecho en España y sin nada que envidiar a lo que nos venían de fuera. Obviamente se aplican a las directivas del género, con largas canciones instrumentales, desarrollos que van creciendo hasta llegar a su climax. Pero no es un crescendo por que sí, una explosión de ruido y a otra cosa. Es algo más complejo, mejor, se te introduce poco a poco, te lleva, te transporta. Luego realizaron una completa evolución hacia el jazz sin abandonar del todo las guitarras, pero no podemos (debemos) olvidar su primer disco.







Astronaut - Times new romance (2003)
Uno de los grupos más líricos surgidos en España, llegó, publicó un disco y desapareció. Bebiendo de las mismas fuentes que gente como Red House Painters, canciones suspendidas en el tiempo por un ritmo frágil de batería, un violín aporta un componente nostálgico a veces resaltado por vientos, un dulce diálogo de guitarras, las voces se alternan, masculina y femenina. Se genera un estado de serenidad, de tristeza, de belleza.


Escuchar algo desde su myspace


Beef- Victoria Principal (2005)
A estas alturas no creo que nadie tenga dudas que Beef siempre han hecho lo que les ha dado la gana. Se mueven en un amplio margen de estilos, saltando de uno a otro sin ningún tipo de remordimiento. Obviamente de esta forma de trabajo pueden salir buenos o malos discos, todo dependerá de las canciones concretas, y en este disco hay muchas y hay muchas buenas. Solo espero que vuelvan y nos vuelvan a sorprender .







Camping - Dancing days (2005)
Después de publicar un disco de post-rock estilo guitarras curioso, válido, pero para nada espectacular, Camping se descolgaron con este disco, gran disco, caracterizado por una gran imaginación a la hora de buscar un camino que seguir sin perder del todo las señas de identidad. Combinando post-rock, electrónica, pop, samples, krautrock, ruido, melodía, voz, este disco se caracteriza por una gran variedad estilística, pero a la vez por una gran coherencia. Avanza de forma tranquila pero seguro y queda como un referente de lo que se puede hacer con ideas e imaginación.







Coconot - Novo tropicalismo errado (2006)
Una explosión punk que apareció de repente en mitad de Barcelona. 11 canciones en 19 minutos. La historia de la música independiente condensada en 20 minutos. El punk se dá de bruces contra África. Pequeñas cápsulas dominadas por la energía y el ritmo. Lamentablemente su siguiente disco fue canibalizado por el éxito de El Guincho. Pena que no siguieran el camino marcado por este disco.






Fantasy Bar - Friday afternoon car (2008)
De las cenizas de Migala, grupo de cabecera de esta morsa en el panorama español, Fantasy Bar es el único que por ahora me ha producido sensaciones parecidas al grupo madre. Un disco de pop profundo, trágico incluso, pero calmado, sereno. Ecos de su anterior grupo, como no podía ser de otra forma para dar forma a un debut ciertamente prometedor.








H de casa - Blanco/Negro (2004)
Existió durante la década una pequeña discográfica, colectivo, lo que fuese denominada Slow Coloured Records, que operó desde Tarragona, y publico una serie de discos sin ningún paralelismo dentro de la península. Dentro de una etiqueta global de post-rock, cada disco era completamente diferente al resto, y todos ellos llenos de ideas, y de nuevos caminos. H de Casa publicaron dos discos a la vez, Blanco y Negro, más que uno el reverso de otro, dos discos complementarios que se mueven por un terreno de pop fantasmal, post-rock, imaginación, coros de niños, y grandes melodías.







Lou Ann - Days were holes (2004)
Ganadores de no recuerdo que concurso de maquetas, grabaron un disco en Jabalina, y no se volvió a saber nada de ellos. La principal característica de su disco, creo, y no nos engañemos, es su gran parecido con los Yo la tengo más pop, mas dinámicos. Obviamente si partes de un grupo para inspirarte, es mejor que lo hagas bien, si no, no lo hagas. Y Lou Anne lo hacen bien, muy bien. Pop guitarrero con sentido que a veces me sirve como sucedáneo en vista del camino que han tomado actualmente Yo la tengo.







Mus - El naval (2002)
Después de una serie de discos más o menos electrónicos (la verdad es que no los he oído), decidieron acercarse a sonidos más clásicos, y publicaron su disco más bello y lírico. Preciosas melodías que van navegando guiadas por la voz de Mónica Vacas, siempre con una gran carga emocional en cada una, como salidas de un paisaje brumoso y eterno.







Polar - A letter for the stars (2002)
Con una ya larga carrera a sus espaldas, Polar ha constituido la mejor representación de sadcore, o slowcore o como se le quiere ha llamar en la península. Ese sonido de guitarras delicadas, más o menos arrastras, a veces incluso violentas con claras influencias de la Velvet Underground, Galaxie 500 o Slint. En mi opinión este es su mejor disco, pero el resto no queda muy lejos. Grandes canciones, a veces más delicadas, a veces con largos desarrollos, delicadas, líricas. Un disco mágico.









Pupille - Himnos olímpicos (2005)
Otro miembro del colectivo Slow Coloured Records. Los únicos que siguen en activo, ahora en BCore, Pupille practican un post-rock de guitarras dentro de los parámetros del género, pero su punto fuerte reside en la gran calidad de sus canciones. Este fue su primer disco para BCore, y en el desarrollan un gran tratado de música instrumental hecha con guitarras, fuerte, potente, con grandes desarrollos que van creando una atmósfera de tensión, pero que en ningún momento se vuelve aburrido o suena a ya escuchado, sino todo lo contrario.


Se pueden escuchar a parte de canciones de otros discos un par de himnos olímpicos en su myspace



Sr Chinarro -
La primera ópera envasada al vacío (2001)
Esta claro que este fue un disco totalmente atípico dentro de la trayectoria de Antonio Luque y sobre el que no tengo ningún dato que explique el porqué de su existencia. Ya desentonaba cuando fue publicado y ahora con el paso de los años viendo haciendo dónde ha ido Luque, desentona todavía más. También es uno de los que más me gustan..., sino el que más. Claro que tampoco me gusta mucho su rumbo actual. Este es el disco más oscuro y dramático de Luque. Las letras se mantuvieron fiel a lo que ya conocíamos, pero la música sufrió un profundo proceso de mutación. Se volvió más densa, más oscura, los estribillos desaparecieron por completo para dar paso a canciones de desarrollo lineal, siembre hacia delante, pero de forma desasosegante para terminar con un poco de luz al final: Merche*.







Standstill - Vivalaguerra (2006)
Lo mejor que puede decir de este disco, es que nadie se lo esperaba. Un grupo que había factura unos buenos discos de hardcore (bueno, de excelentes discos de hardcore) para Bcore, decide abandonar el inglés por el castellano y de paso cambiar completamente de estilo. Aunque todavía queda una pequeña base de su pasado, se adentran en otro mundo plagado de grandes melodías, letras imaginativas, canciones increíbles y de una gran calidad que te van dejando sin aliento. Un grupo buscando y encontrando un espacio propio y único.








Ursula - La banda sonora de mi funeral (2001)
Todo en este grupo suena a impostado, a exceso, a ganas de llamar la atención, desde el nombre de los discos y las canciones a las letras, y quizás también la música. Sin embargo a mí todo me parece sincero y real. Un tratado sobre el drama con unas letras que se van regodeando en el fracaso y en la auto humillación , envuelto con un sonido delicado, muy delicado, con pianos, breves rasgueos de guitarras, acordeones, órganos.... Existe un par de canciones dónde una muy bella base instrumental sirve de base a dos recitados con un cierto tono poético que según el día, como el resto del día te pueden llegar muy dentro o sonarte algo forzados, preferentemente la primera opción. Por último el instrumental final las altas cotas de tristeza y belleza suponen el mejor cierre posible a un gran disco.








Zul - El golpe de la aguja (2002)

El último de los grupos del colectivo Slow Coloured Records que aparecen por aquí. Para mí, los más mágicos. Con un solo disco en su haber, sus coordenadas musicales partiendo de la etiqueta post-rock, como el resto de sus compañeros de sello, se internaron en un camino de experimentación que les acerco a nuevos territorios, buscando nuevas fuentes de sonido, acercándose a la música contemporánea, al jazz, pero sin dejar nunca las guitarras completamente a parte. Un grupo irrepetible y único del que no he vuelto a tener ninguna noticia.