miércoles, 14 de abril de 2010

Misterios de la primavera: Ben Frost, el alma del hielo

No conocí a Ben Frost hasta que empezó a aparecer por todas las listas de recopilación del año pasado en puestos bastante dignos (Rockdeluxe 19, Go mag 9) y entre su aparición y las breves reseñas que acompañaban al disco en los listados me intrigó enormemente.

Investigando por ahí, descubro que es un australiano que se unió a la comuna (colectivo o lo que quiera que sea) Bedroom Comunity con sede en Islandia hace 5 años. (Recomiendo investigar a todos sus componentes). Desde ese momento ha lanzado dos discos, Theory of Machines, y el último y que tengo más estudiado By the Throat.




Su sonido, en parte, se escapa de cualquier definición. Una mezcla entre música contemporánea con electrónica, post-rock, ruido, coros, lobos aullando y un montón de elementos más que dan como resultado un sonido que se adentra en lo más profundo de la mente y que casi consigue generar sensaciones físicas mientras la oyes, una cierta incomidad, miedo, excitación, hay momentos en que casi puedes sentir como los mantras de ruido atraviesan tu cabeza. Todos sentidos se agudizan mientras lo oyes. Pasas a convivir en un universo distinto junto con la música.

Unas veces es la melodía la que domina la canción: pianos, cuerdas, banjos, vientos, guitarras crean unas melodías de gran belleza, otras veces el ruido lo ocupa todo, pero es un ruido modulado, utilizado como un instrumento más que consigue que la música progrese más y más. La inclusión de los aullidos de lobos en algunos momentos no hace más que incrementar todas las sensaciones anteriores.

Un par de ejemplos que ilustren un poco todo lo anterior, porque como ya dije, es una música que cuesta mucho definir con palabras:





Esos ruidosos marcianos odiosos.


Creo pensar que corría el año 1996 o 97 cuando abrieron la fonoteca de la biblioteca donde nos juntábamos a charlar, fumar, ligar y toda actividad que no estuviera relacionada con estudiar. Sinceramente, el criterio del funcionario responsable era un poco rancio y normalmente se dedicaba a ofrecer discos de los Beatles, Rolling Stones... Y cosas aun peores como la ELO, Yes, Cream... Aun así, mentiría si dijera que no me llevé muchas alegrías gracias a él. Seguramente con el carné de la biblioteca nunca saqué ningún libro de Platón o Descartes pero por mis manos corrieron el Washing Machine de Sonic Youth, la discografía entera de la Velvet, el The Bends de Radiohead, mi primer disco de Redd Kross, el See You in the Other Side de Mercury Rev y, por supuesto, descubrí el grupo que hoy nos ocupa, Urusei Yatsura.

Mi primer encuentro con el 'Slain by Urusei Yatsura' (Sire, 1998) fue un desastre, a mis veintipocos años, esa mezcla entre Sonic Youth, Pavement, Pixies y Wedding Present, en mi mente postadolencente y snob me parecía demasiado sana y fresca (ahora no me explico que clase de hormonas debía tener subidas aquella época). La grabación en cinta (TDK, de 60) quedó olvidada mucho tiempo en un cajón de casa de mis padres.

Años mas tarde, sobre el 2002, hablaba con un viejo amigo (no te enfades, viejo solo en años que nos conocemos) sobre el colapso ocurrido en el velódromo del FIB y el riesgo que corrieron las vidas de los componentes de Urusei Yatsura. En ese momento, por algún motivo, me entró la fiebre y no paré hasta hacerme una copia, esta vez en CD (TDK, de 74), del Slain. Esta vez me enamoraron, un mundo de distorsión creado por Fergus Lawrie, Graham Kemp y los hermanos Graham, la música ideal para animar un nublado día de Glasgow. Glo Starz, Hello Tiger, Strategic Hamlets... todas ellas explotaron en mis oídos.

El tiempo pasó, cuando iba a comprar discos siempre miraba en la U, luego en la Y (en algunos países fueron conocidos simplemente por Yatsura por razones de copyright), pero nada. Imposible encontrar copias originales del Slain. Llegó Febrero de 2005 y con él, una de las noticias mas tristes de mi vida, la liquidación y cierre de Madrid Rock. Rebuscando entre las vacías y polvorientas estanterías de lo que ya parecía un escenario postnuclear mas que una tienda discos, encontré una caja de cartón despegada y mal cuidada que vino a ser el 'Everybody Loves Urusei Yatsura' (Oni Records, 2000). ¡Qué alegría! ¡Y por 5 euros! Corriendo fui a casa a escucharlo una y otra vez. Pensar que tu vida puede acabar debajo de un escenario de un festival puede cambiar a cualquiera. El disco me parecía mucho mas controlado que el Slain pero igualmente notable, seguía sonando a obsesión por el manga japones y el mundo nipón en general, a calles sucias, a ganas de ser el mejor de tu portal, a tomar pintas con tus amigos, a reír contando historias. Louche 33 y Eastern Youth rejuvenecían, Uji Bomb sonaba a Sonic Youth en Daydream Nation por los 4 costados, Our Shining Path llevaba la firma inconfundible de sencillo de Urusei Yatsura, Kubrick in Town la hubiesen querido firmar Casablancas y compañía para sustituir alguna canción del 'Is This It'...

Verano 2009, Londres, el sol calentaba y era un gran momento para lanzarse a la calle a revisar tiendas de música de segunda mano. El objetivo, encontrar la discografía de Urusei Yatsura (jode, que bien me lo pasé, muchas gracias) aunque por el camino cayeron incontables discos a 'uanpaun' y cientos de kilos de polvo. Primero fue el 'All Hail Urusei Yatsura' (Hipster, 1994), primer EP publicado por la banda, en un sótano cerca de Nothing Hill. El 'Slain' y el 'Yon Kyoku Iri EP' fueron en otro 'bargainbeisment', esta vez en Candem Road. En ese increíble barrio de Londres llamado Greenwich, al lado de una iglesia de Hawksmoore, 'We are Urusei Yatsura' y otra copia del 'Slain' rebuscando entre las malditas fichas. 'We are Urusei Yatsura' (Che Records, 1996) es seguramente su disco mas directo, plagado de canciones de noise pop (First Day on a New Planet, Kewpies Like Watermelon), altas dosis de influencias (Pow R. Ball, Black Hole Love) y perfectos hits (Plastic Ashtray).

Ya en 2010, ayer mismo, recordé que se habían vuelto a juntar en un nuevo proyecto, esta vez sin Graham Kemp. Projekt A-ko (nueva referencia al anime japonés) vuelven a alegrarme aunque se nota la ausencia de uno de los componentes. Con solo un el 75 por ciento de la creatividad potencial de Urusei Yatsura, Yoyodyne (Milk Pie Recors, 2009), da mil vueltas al 95 por ciento de las nuevas bandas adolescentes del Reino Unido. Por supuesto, siguen en la misma línea, deben pensar 'si algo no funciona, no lo cambies'.

Es curioso como una banda con una trayectoria tan amplia y con un potencial tan grande para triunfar haya quedado totalmente olvidada. Tan olvidada que es difícil encontrar incluso descargas de sus discos en Internet (no hablemos de sus discos en tiendas). Quizás no hayan inventado nada, pero siempre me harán pasar gratos muy agradables escuchándolos y espero que sea por muchos años.

Misterios de la primavera

En vista de la gran cantidad de gente de mi entorno que nos vamos a congregar en el Primavera Sound, empiezo aquí una serie de pequeños artículos sobre grupos del Primavera Sound que me permito recomendar a ellos en especial y cualquiera que lea esto, vaya a ir o no.

Como siempre, y siguiendo mi estilo, se trata de grupos más o menos desconocidos que merecen más....