viernes, 26 de febrero de 2010

El canon de los cómics: Star Slammers

Hubo un tiempo en que los tebeos se compraban en los quioscos. En muchas ocasiones tenías que recorrer la ciudad para encontrar el tebeo que el quiosco de tu barrio misteriosamente no había traído, por lo que la sorpresa de lo que te ibas a encontrar y la emoción de la búsqueda se unían a la lectura en sí misma. Todo eso cambió con la aparición de las librerías especializadas.
Uno de los primeros cómics que compré en la librería de mi pequeña ciudad de provincias fue “Star Slammers” de Walter Simonson.



Publicada en 1983 en la serie de novelas gráficas del sello Epic, en España apareció al año siguiente. Simonson era un artista bastante desconocido hasta ese momento, un profesional de los de plantilla, que como mayor logro tenía unos números de la serie “Manhunter” y una adaptación de la película Alien (que por cierto recuerdo con gran cariño).
Casi al mismo tiempo de la publicación de esta obra se hace cargo de la serie regular de Thor, dónde se consagraría como uno de los nombres más importantes de los 80 en el género superheroico.
“Star Slammers” es una historia de ciencia-ficción, que me recuerda poderosamente al “Dune” de Frank Herbert, principalmente por el componente mesiánico: aquí también aparece un pueblo elegido que debe superar múltiples pruebas para alcanzar un destino glorioso. Y también recoge las influencias de la space-opera más clásica, es decir de “Star Wars”, y no es de extrañar, porque Simonson es un gran aficionado que maneja con soltura muchas referencias del género.



Simonson florece en esta obra como un grandísimo autor que domina el arte de narrar historias: utiliza muy inteligentemente los flashbacks y sobre todo destaca por el uso de unos diálogos impactantes que le ayudan a definir a los personajes con unas pocas pinceladas. Su dibujo es muy eficaz y adecuado a sus historias, con mucho dinamismo y bastante fuerza, y ya anticipa su querencia por la utilización de las onomatopeyas como un elemento importante, recurso que le haría famoso en Thor.

En definitiva, un gran tebeo de aventuras que se disfruta enormemente.

P.S. Posteriormente, y dentro del sello Bravura de Malibú Comics (Norma en España), lanzó una miniserie limitada de 5 números, sobre las aventuras de un Slammer, el Comandante Rojas, situada 1.000 años después de los hechos narrados en la N.G. Esta serie es mucho más humorística, incluso paródica por momentos, pero también muy apreciable aunque su azarosa publicación (tardó 2 años y medio en concluirla por problemas de editoriales) le perjudicó bastante en su momento.