miércoles, 4 de noviembre de 2009

Dibujantes


Mañana estará Jean Giraud “Moebius” en la Fnac de Callao. Afortunados los que puedan asistir, pero su visita me ha hecho pensar en un viejo debate:
¿Quién es el mejor dibujante de la historia?
Es una pregunta con trampa porque cada uno puede aplicar su concepto de lo que es dibujar tebeos, pero a lo que me estoy refiriendo es a la consideración individual de los dibujos/viñetas sin atender a cuestiones narrativas o estilísticas, sino a la capacidad pura de los dibujos para seducirnos, a esa emoción que ha experimentado todo lector de cómics ante un gran dibujo, al deseo de integrar y de hacer tuya una imágen unido a la incapacidad de asimilarla en su totalidad.
En ese terreno mis tres mejores dibujantes de la historia son:

Harold Foster
El más clásico entre los clásicos, la perfección del dibujo a través de un dominio absoluto de todas los recursos técnicos, la anatomía, la composición, la expresión gestual, los escenarios…. Es tal la naturalidad y la expresividad de lo dibujado que Foster no necesita de los bocadillos para contarnos la historia, le bastan los textos de apoyo.
Un detalle que a mi juicio demuestra esa superioridad de Foster, es la controversia sobre las ediciones de Príncipe Valiente. Los fans quieren apreciar de la mejor forma posible la grandeza de esa obra y por ello no se conforman con las ediciones existentes, buscan el grial de la perfección.
Por ahora, la mejor edición para apreciar a Foster es la que está llevando a cabo el editor independiente portugués Manuel Caldas: en blanco y negro y a gran tamaño con una calidad en la edición espectacular. Sólo hay que esperar que pueda concluir su labor.





Moebius
Si Foster es el clásico, Moebius es el talento natural en estado puro. Es el único dibujante que rozó la perfección en un estilo de dibujo tradicional (como Jean Giraud “Gir”en las aventuras del teniente Blueberry, sobre todo a partir del álbum Angel Face), y al mismo tiempo se reinventó a sí mismo desde la modernidad más absoluta, con una depuración y simplificación de la línea, que en sus mejores momentos maravilla por la cantidad de matices y registros que consigue. Sus obras maestras en esta etapa son el Garaje Hermético y la saga del Incal.
Alcanzar lo más con lo menos, sería mi resumen de su obra como Moebius.







Hergé
Georges Remi “Hergé”, El padre de Tintín, es un gigante del estilo. Asimiló las influencias de los primeros genios como Saint-Ogan, King, McManus, entre otros para crear su propia técnica de traslación de la realidad a las viñetas con tanto éxito que fundó una escuela propia: la “línea clara”, identificable hasta para un profano y sencilla en apariencia pero que contiene una capacidad de asimilación, de síntesis y elaboración brutal. Evidentemente el referente es la serie de Tintín, pero a nivel puramente formal lo mejor sería la dupla "Tintín en el Tibet- Las joyas de la Castafiore".





También existen una pléyade de autores que andan muy cerca de estos tres y que según mi estado de ánimo incluso les adelantan: Alex Raymond, Yves Chaland, Winsor McKay, Frank. King, George Herriman, Milton Caniff, Alan Davis, Franquin, Will Eisner, Vittorio Giardino,…