domingo, 21 de febrero de 2010

BUILT TO SPILL "There is no enemy”,2009


Nuevo trabajo de la banda de Idaho. Séptimo en su carrera, segundo capítulo de la segunda juventud del grupo (después de publicar, You in reverse (2006), cuando muchos pensaban que ya no volverían al mundo de los vivos.)

Hace ya la friolera de 17 años de su primer trabajo Ultimate Alternative Wavers (1993). Han cambiado tanto las cosas…ellos o nosotros ¿?

Nos encontramos delante de un catalogo de canciones bastante meditadas, no en vano, el grupo se ha tomado tres años en dar con la fórmula intentando perfeccionar al máximo el resultado. Y no les ha salido del todo mal la jugada.

Sus nuevas canciones contienen la mayoría de los ingredientes que hicieron que nos enganchásemos a su maravilloso Indie Rock de los noventa, en el pack de My Morning Jacket, Caustic Retsin o Modest Mouse. Vale, que ahora dominan más los medios tiempos, y que el grupo levanta el pie del acelerador mucho más a menudo. Pero nos siguen ofreciendo unos platos más que creativos. Suculentas canciones con multitud de recovecos que sorprenden cuando menos lo esperas, y que siguen provocando más de una taquicardia en su escucha.

Sirva como ejemplo la belleza de “Things Fall Apart” donde la peculiar voz de Doug Mastch parece fundirse con una perezosa guitarra que no termina de despegar, vuela y vuelve a aterrizar y otra vez…. mezclado con trompetas a lo Calexico, simplemente delicioso….la taquicardia del disco.




Puede que nunca volvamos a escuchar un disco de la envergadura de mi favorito “Perfect From Now On”(1997), quizás tuviese algo que ver con el dejar que la improvisación forme parte del proceso de creación, no se. El buscar tanto la perfección puede que sea justo lo que provoque la perdida de la inmediatez.

En sus ultimas entrevistas Douh Marstch siempre ha dejado claro que aún no se ha publicado el mejor disco de Built to Spill…y el de ahora, en conjunto se trata de un discurso con una calidad bastante notable, aunque echo de menos aquellos momentos q alguna de sus canciones cambiaban mi onda cerebral, y hacían elevarme varios centímetros del suelo…a lo mejor era yo?


Sus más que brillantes álbumes de la década de los noventa, su personalísima manera de entender el rock, Y porque cuando Doug Martsch entona un estribillo parece como si estuviéramos estrangulando a un gato…BUILT TO SPILL, sois los mejores.