miércoles, 16 de junio de 2010

Edimburgo, recuerdos (I)




Recuerdo la primera vez que compre un disco durante mi estancia en Edimburgo, fue el “Tiger Milk” de Belle & Sebastian en la Virgin Megastore en Princess St, la portada azul de una chica amamantando un tigre de peluche era increíble,… para mi, todo un descubrimiento… fue como sentirse arropado, como si de repente cuando no lo esperas alguien se anticipa y te echa una manta justo cuando estas empezando a tener frío, y tu ni siquiera tu te habías dado cuenta…

Creo que el disco actualmente tiene las páginas de las letras de las canciones sobadas y amarillentas. Ahora mismo sería capaz de cantar de memoria “The State that I am In”….ojala pudiese tocarla…pero creo que nunca sere capaz.

Ademas, aun mantiene pegado el abusivo precio en libras que pague por el (dinero que consegui a base de fregar platos y cacerolas en un hotel escocés…), imagino que mi subconsciente quería que no me olvidase del tiempo y el lugar en el que me hice con el.

Entonces me dedique a pasar la tarde sentado en el sofá con el libreto del disco en una mano y un diccionario intentando descifrar las canciones….mientras llovía sin parar y volvía a anochecer a las tres de la tarde…otra vez…

"Now I spend my days turning tables round in Marks and Spencer. They don't seem to mind."

Letras que eran alivio y consuelo para los problemas cotidianos ,para una triste juventud que no encontraba su espacio…. para los que la tarea de enfrentarse a la vida cotidiana y a sus anodinos trabajos era algo más que una cuesta arriba, dándoles voz y consuelo. Pero nunca justificando nada, sino susurrando al oído sencillas y bellas melodías para que nunca más volviesen a sentirse solos.

Costumbrismo que llego a su esplendor con “The Boy with the Arab Strap”(1998) y que llego al cielo con el estupendo “If You are Feeling Sinister”(1999)…después de ese triángulo ya nada volvió a ser lo mismo,no para mi.

Habían acabado los noventa, y todo era distinto, al menos para mí.

Lluvia, y mas lluvia y lucidez, mucha lucidez.

Cuando en un país anochece a las tres de la tarde y son veinte los días seguidos de lluvia…no queda más remedio que resguardarse en el Pub más cercano a casa y tomarse media docena de pintas…