viernes, 12 de febrero de 2010

Lo que el viento ártico no debería llevarse al olvido de la pasada década según Foca Monje - Parte IV

DE ALLÁ



Trespassers Williams- Different Stars (2003)
Dentro del tópico de grupo con chica al frente de bella voz, Anna-Lynne William y su grupo estarían en lo más alto. Una bella voz, valga la redundancia, rodeada de una música celestial. Una especie dream pop melancólico, nostálgico, hermoso, cadencioso construido a base de guitarras etéreas, suaves rasgueos, con un punto clásico y el faro que es la voz de Anna-Lynne que nos va introduciendo en un mundo sereno y tranquilo, con un toque de tristeza y pesadumbre. Niebla en el alma.






Unwound - Leaves turn inside you (2001)
Si no el mejor, uno de los mejores discos de rock de la década en una década que no ha sido demasiado proclive a ese estilo. Pasó casi desapercibido en su momento y a la larga supuso el adiós del grupo. Tomando elementos del punk y de todo el rock independiente anterior, este disco supone el punto más alto de su carrera, que lamentablemente no llego a ningún sitio. Intenso, violento, pero también melódico, profundo y reflexivo.








Wedding Present - Take Fountain (2005)
De todas las vueltas a la vida que se están produciendo en los últimos años, sobre todo las que vienen con disco incluido, las que son solo directos por la pasta entran en otra categoría, creo que esta ha sido con diferencia la más digna. Ya se venía venir en el último disco de Cinerama que el espíritu de los Wedding Present seguía vivo. Un disco a la altura de los mejores de la banda, con un punto más serio y compacto, pero de una gran calidad.







Wilderness - Wilderness (2005)
De toda la onda ¿siniestra? que surgió a mitad de la década tratando de devolver a Joy Division a la vida y que se supone que encabezaban Interpol, no tengo ninguna duda sobre con qué grupo quedarme. Si hay algo que caracteriza a este grupo son la voz de su cantante, monotona, monocorde, omnipresente y el sonido de sus guitarras, muy moroso, espeso, inquietante, como si fueran a otra velocidad distinta a la nuestra. Todo ellos sustentando sobre una batería marcial que marca el ritmo.


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Windy & Carl - The dream house /Dedication to Flea (2006)
Wyndy and Carl llevan ya unos cuantos años sacando discos cada dos o tres años en los que prima la textura sobre la melodía. Construyen un mar de guitarras que te arrastra y te va dando suaves bandazos. Un mundo donde la guitarra lo inunda todo, canciones de largos desarrollos dibujan paisajes dónde el sentimiento se va colando poco a poco para darles un suave tono ocre.


Escuchar algo aquí



The Wrens - The Medowlands (2003)
Pequeño gran grupo de la américa profunda que emerge a la vida cada siete u ocho años para facturar un conjunto de canciones de estilo clásico del rock independiente americano de toda la vida, pero tocadas por la varita mágica de la melodía. Como unos REM de segunda pero con más ideas que los actuales facturaron esta década un disco sin fisuras que alcanza verdaderos picos de calidad.









Xiu Xiu - A Promise (2003)
Jamie Stewart debe de ser un personaje especial y bastante atormentado y claro, supongo que usará su música para exortizar sus fantamas, si no, no se explica que sea capaz de fabricar con una cierta facilidad tal cantidad de discos de pop arrebatado. Las canciones de Jamie llevan el pop hasta sus extremos, cada vez que lo oyes sientes que la desesperación esta latiendo en su interior y necesita salir a borbotones. No se que tal se sentirá él después de haberlas parido, pero servidor después de escucharlas a veces se encuntra un tanto acojonado.







Fuck Buttoms - A Promise (2008 - 2009)
Fuck Buttoms aparecieron al final de la década pasada como salvadores, renovadores, o como se los quiera ver de la escena del ruido y el post-rock a la que se intenta enterrar desde los mismos inicios de la década. Quizás sin descubrir nada nuevo, si que han sabido combinar un montón de elementos existentes para generar algo que suena nuevo y diferente y aportar un poco de luz al final de la década. En sus propios dos discos han sabido evolucionar y ampliar horizontes, mucho más ruidoso y estructurado el primero, más etéreo, libre y electrónico el segundo.