martes, 9 de marzo de 2010

Brillante caballo. No va mas.

Mark Linkous se quitó la vida el Sábado 6 de Marzo de un balazo en el corazón en la parte de detrás de la casa de un amigo. No era ninguna estrella rutilante con una vida pública plagada de noticias. No llenaba estadios, ni se prodigaba como cabeza de cartel en festivales. Era simplemente un artista, uno de los buenos, uno que dedico su vida a su gran proyecto, Sparklehorse. Nunca ví en Mark Linkous un personaje especialmente depresivo. Quizás la dualidad en la música que componía se pudiera trasladar a su autentica personalidad.

Desde 1995 que se publicara su primer LP de nombre impronunciable (Vivadixiesubmarinetransmissionplot, 1995) la carrera de Linkous al frente de Sparklehorse fue sumamente irregular, dejando tan solo 4 trabajos en 15 años. A su aclamado debut de 1995, le siguió en 1999 'Good Morning Spider', enorme trabajo donde otra vez se alternan las píldoras pop, las perlas intimistas y el estruendoso rock independiente, 'It's a Wonderful Life' en 2001 y 'Dreamt for Light Years in the Belly of a Mountain' en 2006, seguramente el disco menor en su carrera.

Aunque puede ser que 'Good Morning Spider' sea su mejor disco, me gustaría centrarme en hablar sobre 'It's a Wonderful Life'. No solo el nombre parece haberse convertido en un gran epitafio (intentaremos no caer en lo evidente), si no que en mi opinión es la obra maestra de Sparklehorse, no solo por la obra y gracia de Linkous y su banda, además por la exquisita producción de John Parish y Dave Fridmann y las colaboraciones estelares de PJ Harvey y Tom Waits (curiosamente Sparklehorse habían fichado por Anti, discográfica del genio californiano).

La mano de Fridmann es alargada y desde el primer minuto escuchamos sus características cargas de estática y sus campanillas.

'It's Wonderful Life' es estática pura. 'Piano Fire' es una bomba incendiaria, la voz de Linkous, ronca y áspera, se mezcla con los intensos coros de Poly Jean Harvey guitarra en ristre. Por detrás suena el bajo de John Parish. 'Apple Bed' recuerda en su ritmo pesado y oscuro a Low. La distorsión de 'King of Nails' duele. En 'Eyespinnes' la voz de Poly Jean se nos clava y nos ahoga con un sencillo susurro. 'Dog Door' lleva la firma inequívoca de Waits que manipula la canción haciéndola suya. 'Little Fat Baby' nos atrapa ahora no solo por su melancolía, Chesnutt y Linkous juntos, es demasiado...

Vic, Mark... gracias a los dos. Juntos o por separado...