lunes, 30 de noviembre de 2009

Una fábula del siglo XXI


En la década de los años 30, Frank Capra fue el mejor director del mundo y el más popular. Hoy semiolvidado y bastante despreciado por la crítica, sólo es citado como responsable del superéxito !Qué bello es vivir!, lo cual le encasilla directamente como autor rancio y cargante, identificado con los valores más reaccionarios de la sociedad americana y por extensión de la española.

Curiosamente nada más alejado de la realidad, porque Capra fue el exponente en la ficción del "New Deal" Rooseveltiano, con su galería de héroes anónimos que luchan contra el malvado capitalista, pertrechados en sus valores morales y con una fe infinita en el género humano. Si con algo se puede identificar a Capra y a su mejor guionista Robert Riskin, es precisamente el de apostar por la solidaridad entre las personas, el vivir vidas sencillas frente a la atracción del dinero y la egoísta satisfacción individual. ¿Les suena muy reaccionario?

Todo esto viene a cuento porque he visto recientemente en dvd “Slumdog Millionaire”, una versión posmoderna y globalizada de las fábulas morales de Capra. Y, como las películas de Capra gusta mucho a las personas normales que van al cine a disfrutar, pero enoja a los "intelectuales" de izquierdas y a la mayoría de los críticos de cine porque acaba con un final feliz y un tanto inverosímil, quedándose en la superficie de una crítica social más concienciada.

Lógicamente la película ha tenido un gran éxito porque está bien hecha, con un estilo muy rápido e impactante, por cierto el mismo por el que la crítica encumbró a Danny Boyle en Trainspotting, y una música excelente (me encanta “Paper Planes” de M.I.A.)

A mí, como fan incondicional de Capra me ha encantado, no podía ser de otra manera.