viernes, 4 de diciembre de 2009

Novedades: At Swim Two Birds - Before You Left



El gran dandy del pop melancólico inglés está de vuelta. At Swim Two Birds es el proyecto en solitario, bueno, supongo que con algún amigo, de Roger Quigley, también mitad de Montgolfier Brothers grupo con el que se mueve por similares coordenadas.

En ambos casos navegan dentro de un pop sosegado, sedoso, lánguido, algo dramático, a veces atmosférico, pero siempre muy contenido, sin ningún tipo de exceso. Unas instrumentaciones basadas en la utilización pocos instrumentos, muy sencilla, repetitiva, normalmente sin uso de baterías, con suaves arpegios de guitarra en ligera progresión, sintetizadores, alguna que otra cuerda. Si acaso, con At Swim Two Birds, al ser un proyecto en solitario del tipo yo me lo guiso, yo me lo como, más sencilla y con mas inclusión de la electrónica, por lo menos en sus inicios, y últimamente una mayor aparición de cuerdas.

Este disco continúa la estela de los dos anteriores sin grandes sobresaltos. Si acaso, en algunas canciones se detecta un mayor clasicismo, canciones más universales, y quizás con un poquito menos de encanto, aunque tampoco tenga muy claro que quiero decir con eso de clasicismo. Por ejemplo en el inicio del disco con la pequeña canción a capela que lo abre denominada Intro y a continuación I Must Be Loosing You, dónde en especial la melodía vocal, y estribillo con Roger doblándose a sí mismole da este tono clásico.



En todos los discos de At Swim two birds, dentro de la gran calidad de dominante, me encuentro siempre con uno a dos canciones superiores, dotadas de una gran belleza, que me llegan mucho más, como pueden ser Darling de su primer disco o In Bed With Your Best Frind del segundo, o incluso Journey's End en el último disco de Montgolfier Brothers. En este caso, aunque sin destacar excesivamente sobre el resto, mi canción favorita sería Dead of Night, dónde sobre una ligera base de batería y piano, se va produciendo lentamente una pogresión de las guitarras y las cuerdas. También es destacable The March of The Kings, como su nombre indica un marcha llevada al terreno de Roger Quigley.

En resumen, un gran disco que permitirá que la leyenda de Roger Quigley siga creciendo entre los cuatro gatos que le tenemos en el altar de los días nublados, que aquí, en las regiones polares, son mayoría.