martes, 23 de febrero de 2010

Thalia Eléctrica. Un concierto.

Curiosa sensación de Deja Vú la que producen los conciertos en Madrid. La ausencia de salas para este tipo de eventos en la capital causa el efecto de estar acudiendo a un espectáculo parecido una y otra vez, siempre en el mismo lugar. Si a esto sumamos que estábamos los mismos de siempre, comprenderemos que es una escena preocupante, allí estaban Nacho y Cristinita, el señor Migala, el señor Acuarela (haciendo de anfitrión), el periodista calvo y el de gafas, Blanca, Percebe, Focamonje... El mismo club.

Y la verdad es que resulta extraño que el Moby Dick no llenara mas de un tercio de su aforo (no quiero ni pensar cuantos fuimos los pocos que pagamos) para ver a Thalia Zedek, miembro de bandas de culto como Uzi y Live Skull, de referentes de la escena independiente americana como Come y con una carrera en solitario que abarca desde el intimismo mas puro hasta las cotas de intensidad eléctrica mas altas. Thalia presentaba su último trabajo en un nuevo formato con banda de acompañamiento (piano, viola, guitarra, bajo y batería) al completo y no podíamos faltar. Su voz regada de Jack Daniels y ahumada de Winston resonó por encima de la banda, emocionando con sus últimas canciones ('Lower Allston', 'Do you Remenber'), mutando viejos trabajos y, en general, brillando sobre todo en los dos primeros tercios del espectáculo, dejando ver lo que parecía un nuevo advenimiento de Come. En la recta final, parecían haberse propuesto tirar abajo las paredes de la sala. Una lástima que la formula ya sonara familiar y no sorprendiera tanto.

Thalia salió del escenario tras poco mas de una hora volviendo para llevar a cabo un reencuentro con Nacho Vegas (ella y Chris Brokaw participaron en la grabación de 'Pequeñas puertas que se abren...' de Manta Ray) que brillo, mas por la nostalgia que por la emoción del momento. Lastima que Nacho haya mutado en ese ser insensible y frío dejando atrás su faceta de roquero.

Seguramente la aportación del pianista, baja por enfermedad, habría aportado mas matices a una actuación ya arrebatadora por si misma. No se pudo pedir mas.

Gracias Thalia, ¿para cuando la vuelta de Come?

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