miércoles, 9 de febrero de 2011

Natasha, de David Bezmozgis

En el 2004 surgió un nuevo niño prodigio de las letras norteamericanas: David Bezmozgis. Saludado por la crítica y sus compañeros como el referente a seguir, casi de inmediato se publicó en España su primer libro (de relatos) “Natasha”. Y quizá hubiera sido mejor dejar reposar el libro aunque sólo fuera para permitir al traductor trabajar a gusto, porque su traducción adolecía de fallos garrafales. Aún resuena en mi cerebro la palabra “pallaso”. Tal cual. ¿Qué tipo de traductor profesional puede repetir al menos tres veces, un error de este calibre en un solo relato de 25 páginas?

Además, lo leí muy rápido en un viaje y la valoración que quedó del libro era bastante tibia. No estaba mal, pero para nada era brillante. Parecía como si del mismo modo que en algún momento estuvo de moda la literatura judía (Singer, Bellow, Malamud…), luego la hindú y similares (Kureishi, Seth…) el definitivo exotismo era ser judío y del este europeo, letón en el caso de Bezmozgis, para poder contar nuevamente las vicisitudes de la integración en los USA de gente procedente de un mundo diferente. Es el precio que hay que pagar si te gusta leer literatura actual, muchas veces el marketing es el que manda.

El caso es que en estos años parecía que mi impresión se confirmaba, el efecto Bezmozgis se había difuminado bajo la sucesión de nuevas estrellas en ciernes de la literatura USA. Sin embargo via Alvy Singer descubrí la lista de los 20 mejores escritores norteamericanos por debajo de los 40, elaborada por “The New Yorker” y allí aparecía de nuevo Bezmozgis. “Vaya, fíjate” si todavía es un prometedor escritor, pensé.
Investigando un poco, desde la publicación de Natasha, nuestro autor se ha dedicado a dirigir películas y documentales y va a publicar una novela en abril de este año (en los USA).

Como podréis imaginar ha vuelto a releer el libro. Y me ha gustado mucho más. He encontrado ecos del mejor Harold Brodkey, lo cual es decir mucho ya que este era un maestro del relato, aunque se empeñara durante 30 años en escribir la gran novela americana.

Los diferentes cuentos se centran en el hijo de la familia protagonista, alter ego de Bezmozgis, en varias épocas de su vida: como niño, adolescente y joven adulto. El libro tiene un cuerpo central formado por “El segundo hombre más fuerte del mundo” y “Natasha” que son los mejores relatos, aunque me gusta mucho también el primero, “Tapka”. Durante todo el libro fluye una suave melancolía , procedente de la visión que nos ofrece de los adultos (abuelos, padres, tíos), que se resisten a abandonar totalmente su vida anterior aun cuando hacen lo que tienen que hacer para adaptarse a sus nuevas circunstancias.
Si pueden prescindir de los errores de traducción (o si leen en inglés), éste es un muy buen libro de relatos. O quizá es que verdaderamente el marketing es un gran invento.

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