lunes, 11 de octubre de 2010

"Meridiano de Sangre", de Cormac McCarthy

Una reseña de un libro leído por Jeune Albert - Donde el blogger confiesa su incapacidad - Un homenaje al traductor - Presumiendo de conocimientos - Inciso Final




Es muy difícil resumir en pocas palabras o para el caso con alguna palabra que sea adecuada, la impresión que deja la lectura de “Meridiano de Sangre” la obra maestra de Cormac McCarthy. Acaso se me ocurre esto: el horror, el horror…

Como ya me sucedió con “La carretera”, que me gustó más pero que paradójicamente me parece peor libro que éste, se me ha hecho denso y agobiante por momentos y he interrumpido su lectura varias veces, con lo que el efecto global de la novela se ha atenuado. Y menos mal, porque pocas veces la palabra escrita te puede sobresaltar e inquietar tanto.

McCarthy,y por ende su traductor español Luis Murillo Fort, tiene un dominio sobrenatural del lenguaje, recursos infinitos para describir hasta el último detalle del territorio desértico entre Tejas y México dónde se desarrolla la novela, utiliza un lenguaje exuberante y apabullante por momentos (es de traca la cantidad de palabras nuevas que he aprendido), despliega innovación para introducir diálogos como si fueran narración, crea personajes inolvidables, introduce referencias tanto explícitas como subterráneas (la más clara esa conexión Juez Holden/Conrad/Brando), usa una trama descarnada y desmitificadora del oeste americano hasta el extremo, dónde ni siquiera los conceptos del bien y el mal tienen cabida en la historia, difuminados por la propia vida. Cada personaje actúa tan al margen de cualquier código moral al uso, que la idea del mal se diluye hasta no parecer posible su consideración en la historia. La novela es tan amoral en su planteamiento y desarrollo, que esa absoluta ausencia predispone y potencia la reflexión moral del lector.

Y, en el fondo ese es el tema de la novela para mí y creo el tema favorito de McCarthy, la de la esencia animal del hombre y su conexión ancestral con la naturaleza, en la que sus instintos le llevan a cometer cualquier acto sin remordimientos, pero también a aceptar la muerte (violenta) como algo inevitable, sin lamentaciones. Y ahí, la figura del juez aparece como central, mítica, inmutable en el inicio y en el final.

6 comentarios:

David dijo...

Esto...pues no he leído nada de Cormac McCarthy... Y tardaré en leer, porque aquí no tengo nada suyo y tengo una pila de libros impresionante en la cola.
Pero me ha encantado la reseña, esa maravillosa introducción (me encantan esos capítulos con "avance" de lo que va a pasar: En donde el personaje, etc... te sobra la rayita del dónde, por cierto)...

Y ya para finalizar... una lista de la palabras que has aprendido para compartir conocimientos no hubiera estado mal (estoy bromeando).
Que la gente actúe al margen de un código moral no quiere decir que este no exista o no deba seguirse, ¿no?
También en 1280 almas Jim Thompson predicaba algo parecido, pero más allá de admirar la obra, no íbamos a comportarnos como el sheriff o los habitantes del pueblo, supongo.
Un saludo.

ex dijo...

Me lo apunto, ya había leído 4 o 5 suyos y me estaba dando un respiro, pero has vuelto a encender la llama.

Jeune Albert dijo...

Hola David

A mí también me gusta mucho lo de los epígrafes explicando la historia del capítulo, al estilo de las novelas clásicas. McCarthy es un escritor curioso y desconcertante tiene esa parte de clásico, luego es muy moderno en algunas cosas, por ejemplo a la hora de dialogar o en los finales de sus libros: en definitiva es un gran escritor.

Es curioso, lo de la lista de las palabras lo estuve sopesando pero era un curro muy grande y no tengo tiempo. Como ejemplo te dejo estas: zaraza, bocartes, relave, fucilazos… a veces me parecía que estaba en Pasapalabra.

Tienes toda la razón en lo del orden moral, no creo McCarthy nos quiera dejar un mensaje nihilista de no hay reglas y todo está permitido, sino que al mostrarnos ese mundo primitivo nos hace reflexionar sobre la construcción de la civilización y la elaboración social de lo que está bien y lo que no. En ese sentido es uno de los escritores con más reflexión moral los que he leído. Por cierto, gran novela 1.280 almas y gran personaje el del sheriff.

Ah, y gracias por los elogios, y por leernos.

Jeune Albert dijo...

Alfonso, ¿Qué más novelas has leído Todos los caballos… No es país para viejos? ¿Qué tal…?

ex dijo...

"No es país para viejos", "La carretera", "El guardián del vergel" y "Todos los hermosos caballos".
Todos muy buenos, es un genio de la escritura, próximo a Faulkner, por cierto: ¿has leído "Luz de Agosto"?, tremendísima obra de arte, cada palabra en su sitio, cada giro y cada técnica en su momento, es el libro que todo el que quiere escribir se debe de leer y estudiar.
El caso es que Cormac muy bien, ya sabes que soy de los que como cojan a un autor con ganas me lo leo todo, eso me pasó con Cormac, el primero que me leí fue "no es país para viejos", y me encantó (no he visto la peli), me encantó como describe la maldad absoluta, puede que lo leyese en la época en que leí "MW" de Tezuka, fue una etapa de mucho miedo.

David dijo...

No hay de qué, es un placer... y me has obligado a coger el diccionario. Otro saludo.